Conociendo a los Angeles


Los Antiguos nos han legado los nombres de los Ángeles y sus particularidades, porque para ellos observar el tiempo como algo sagrado era natural y cotidiano. Los Hebreos consideran la existencia de setenta y dos Ángeles que aparecen en la Biblia ocultos en los capítulos 19,20 y 21 del capitulo XIV del libro del Éxodo.

La tradición dice que estos Ángeles ya eran conocidos por los Caldeos y los sacerdotes egipcios. Lo cierto es que en esos tiempos nada se realizaba sin tomar en cuenta a estos seres que rigen sobre todas las cosas de la Tierra.

Es que si percibimos que no estamos aislados del cosmos, que no vivimos separados de las criaturas invisibles que nos acompañan y colaboran, en cada cosa que hacemos, entonces toda nuestra vida se vuelve mágica.

Es un modo de alinearnos en un todo con el Universo.

Cada momento tiene su propia energía, su signo, sus ángeles, su color, su aroma, como también, sus posibilidades y sus obstáculos. Existe una determinada frecuencia entre ellos; y si sabemos como funciona, podremos aprovechar mejor la fuerza de cada día y hasta de cada hora, para beneficiarnos en cada cosa que decidamos hacer o no.

Si tuviésemos que hacer un viaje, o asistir a una reunión de trabajo para presentar un proyecto, o algún otro acontecimiento importante en nuestra vida, sabremos a que ángel invocar y cómo hacerlo. También podremos elegir el día apropiado, para que la energía positiva nos beneficie y todo salga como lo hemos planeado.

La asistencia de los Ángeles es como una Luz que desciende sobre nosotros, e irradia con un matiz distinto según el tiempo que rige cada uno de ellos.

Es una fuerza que debemos conocer y aprovechar, porque es la Gracia, que muchas veces se nos escapa, no porque no esté, sino porque no sabemos verla.

Publicar un comentario

0 Comentarios